Siendo yo fan de los Bauhaus -grupo de música gótica de los años 80-, y una vez separados éstos como banda de música, formaron, varios componentes de ésta, otro grupo musical, al que nombraron DALIS CAR. Para ubicaros en el tiempo, esto ocurria a principios de la década de los noventa. Este nuevo grupo tan solo puso en el mercado discográfico un LP -de los de vinilo-, separándose posteriormente para formar otras bandas o grabar en solitario. Aunque el concepto musical del grupo original no tenia nada que ver con esta nueva propuesta, me gustó. Pero me gustó, también, su portada. Ésta venia ilustrada con un bucólico paisaje, obra del pintor e ilustrador norteamericano Maxfield Parrish. He ido visitando distintas páginas en la red y he podido observar las obras de Parrish. Simplemente, excelente. Aún siendo un ferviente admirador de la obra de Pollock, Rothko y demás pintores abstractos, reconozco que es necesario, de vez en cuando, ver un cuadro relajante y calmado, como Daybreak -así titulado por el autor-. Cuando aparece ante tí este lienzo, se crea una fuerza magnética, que en mi caso, me transporta a la infancia -época feliz y tranquila-, llena de luz, sombras difusas, aguas calmadas y descanso, casi, permanente. Podria calificarlo como el realismo llevado a la pintura, rozando la perfección como, creo que, la rozó Dalí en el cuadro "La última cena". Para concluir, si teneis ocasión, podeis escuchar el disco "The waking hour" de DALIS CAR, música chill-out, tranquila y relajante, como el propio cuadro, y seguramente, entonces, comprenderemos el porque de la ilustración de su portada.
Un saludo a todos
Jordi Carner
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