Un verano más nos ponemos manos a la obra en el encargo de la Fundació Privada EL CARME de Mollerussa, en este caso, para la rehabilitación integral del hall principal. Con tan solo dos meses y medio de plazo -lo que serian las vacaciones escolares- modificamos por completo el estado actual de la zona de actuación (hall, una clase, tres tutorias y dos despachos) mediante la colocación de nuevos materiales y la creación de un espacio cálido y acogedor.
La utilización de iluminación indirecta por medio de tiras de leds proporciona una sensación de tranquilidad, más que necesaria en un recinto escolar. El contraste de la luz fria con el material escogido en revestimiento y pavimento -piezas de 60x40cm de piedra basáltica- es notorio, y a su vez, realza las características físicas de la piedra.
El hall queda dividido en dos partes diferenciadas, motivadas por las dos entradas desde el exterior. Para ello, se ha diseñado una mampara de madera en tiras de haya vaporizada, con separación suficiente entre ellas para permitir la completa visión de un espacio a otro. Ésta se sustenta en una jardinera de 50cm de altura, provista de luz perimetral incrustada en pavimento, pasando a ser un elemento principal del entorno.
Por expresa decisión de la Reverenda Madre, se construyó una hornacina, que me permitia seguir con el plano de pared limpio y donde se colocó la Mare de Déu del Carme, iluminada en su parte superior con una tira de leds.
La simplicidad geométrica, la sencillez de materiales y la escasez de mobiliario, convierten el nuevo espacio en un espacio libre, amplio y suave a la vista.
Una vez más, mil agradecimientos a todos los participantes en la obra por su profesionalidad y trabajo, así como a la Reverenda Madre Antònia, que me brinda total libertad en mis decisiones, a menudo más peligroso que beneficioso, aunque en este caso el resultado final se ha considerado existoso.
Un saludo,
Jordi Carner
arquitecto técnico e ingeniero de edificación